La Guerra de la Triple Alianza
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Cuando Brasil invadió Uruguay en 1864 nadie podía prever que daría comienzo la mayor guerra de toda la historia de Sudamérica. Paraguay entró en el conflicto en defensa de Uruguay, Argentina se alió con Brasil y el propio Uruguay, al ser conquistado, tuvo que cambiar de bando. De este modo se formó la Triple Alianza contra Paraguay. Aunque la diferencia de tamaño, población y recursos era inmensa, los paraguayos lucharon con una determinación inesperada.
Primero se embarcaron en atrevidas ofensivas, y después se vieron abocados a librar enormes batallas defendiendo su país, soportando unas pérdidas que no podían reemplazar. Tras siete años de extenuante lucha, el ejército paraguayo libró su última batalla en Cerro Corá, el único pueblo que quedaba por ser conquistado. Y la última escena de aquella desesperada batalla se produjo cuando el presidente paraguayo Solano López se suicidó acorralado por soldados brasileños. Las pérdidas materiales y humanas fueron inmensas para todos los contendientes. Historiadores afirman que más del 90% de la población masculina paraguaya murió durante aquella titánica guerra, e incluso los países victoriosos quedaron exhaustos, hasta el punto de que Brasil no ha podido dejar de estar endeudado desde entonces, mientras que en Argentina aún se debate su papel en la guerra.
Sorprendentemente, esta guerra nunca ha sido representada en un juego propio. Va siendo hora de reparar este inexplicable olvido, no solo para que los aficionados a los wargames tengamos la oportunidad de recrear este conflicto y explorar diferentes estrategias, sino también para que el público en general pueda conocer de manera sencilla un suceso histórico de tanta importancia. Por ello el juego La Guerra de la Triple Alianza mantiene dos premisas básicas: profundidad histórica y sencillez en las reglas.
La Guerra de la Triple Alianza coloca a los jugadores ante los dilemas con los que se encontraban los generales de los bandos enfrentados. Paraguay comienza con un fuerte ejército que puede avanzar en territorio argentino y brasileño, pero no dispone de suficientes reemplazos como para sostener una guerra de desgaste. Los aliados (Brasil, Argentina y Uruguay) deben contener la acometida paraguaya y ganar tiempo cediendo el menor terreno posible, porque a medida que transcurra el tiempo sus ejércitos serán cada vez más numerosos, y podrán presentar batalla.
Hay un momento en el que la estrategia para ambos bandos cambia completamente: cuando el jugador aliado acumula suficientes tropas como para superar a los paraguayos, comienza una carrera por conquistar Asunción y otras ciudades importantes antes del final del juego, mientras que el jugador paraguayo procurará ralentizar su avance o quizá incluso detenerlo apoyándose en las fortificaciones que protegen el ascenso por el río.
El juego incorpora cartas para dar cabida a los hechos que, no perteneciendo estrictamente al ámbito militar, influyeron en el devenir de la guerra. Los jugadores deben decidir si obtienen beneficios inmediatos en forma de nuevas unidades de combate, o si planifican su estrategia a largo plazo y prefieren poner en juego las cartas de puntos de victoria o que modifiquen la duración de la partida. Esto aumenta la variabilidad y emoción del juego, además de enriquecerlo añadiendo profundidad histórica. Los jugadores disponen de una explicación más detallada de los eventos de las cartas en el libro de reglas.
El ganador de la partida será aquel que economice mejor sus fuerzas, utilizado mejor sus cartas y haya sabido manejar con más acierto los tiempos del juego.
La Guerra de la Triple Alianza es un juego perfecto para introducirse en el mundo de los wargames. Las reglas son sencillas e intuitivas, diseñadas específicamente para evitar tediosos entretiempos y las batallas se resuelven de manera pautada para que en cada ronda los jugadores tengan claras sus opciones. Sin embargo, esta aparente sencillez no impide que se tengan que tomar decisiones al límite, encontrando los jugadores experimentados que el juego resulta muy desafiante. ¿Se lanzará el jugador paraguayo hacia el sur, tratando de alcanzar las ciudades estratégicas de Brasil o Argentina? ¿O preferirá destinar sus ejércitos a Mato Grosso en el norte, con el objetivo de eliminar por completo un frente y conseguir de paso un buen puñado de cartas que acorten el juego a su favor? Igualmente el jugador aliado tiene muchas decisiones que tomar: ¿Tendrá la templanza suficiente como para evitar entrar en alguna batalla decisiva antes de acumular las suficientes tropas? ¿Avanzará por el camino más directo hacia Asunción, tomando al asalto las temibles fortificaciones del río Paraguay, o preferirá esquivarlas y comenzar una larga campaña de conquista?